sábado, 10 de julio de 2021

La Mentira.


 

Dado que voy mientiendo sobre que soy filósofo, dejarme que haga una reflexión o ensayo semanal, de las que buscan polémica, pero ya se sabe el dicho "un buen filósofo es un jodefiestas":

Piadosa o no, la mentira la reconocemos como la omisión o negación de la verdad. Incluso algo como la ocultación de información, cotidaneamente lo seguimos catalogando como mentir.
Pienso que en los tiempos que corren, la época de las "Fake News", y de la "Postverdad" ¿es más importante mentir o reconocer lo que es verdad? La mentira sigue estando estigmatizada.

Yo entiendo la mentira como una herramienta de superviviencia, como un instrumento util presente en esta sociedad  nihilista donde huimos del dolor en busca del placer.
La mentira se ha comvertido en un escudo para no hacer daño, ni a tí ni a los otros. Es un arma placentera que ayuda a seguir tu vida sin errores. ¿está mal entonces?

El bien y el mal es relativo a mi entendimiento y no quiero pronunciarme aún sobre él. Sin embargo, si puedo decir que la mentira conlleva riesgos y peligros, y es lo que debes valorar antes de hacerla.


Como si de Jim Carey en la película "Liar, Liar" (Mentiroso Compulsivo, 2003) se tratara, somos conscientes que no queremos que se diga la verdad constantemente, colapsaríamos como sociedad sincera;  lo hipócrita de todo esto es que queremos elegir nuestra verdad y mentira. Queremos que nos cuente una mentira por cada verdad, o quizá en otra proporción no tan ecuánime.
 
¿De verdad quieres saber si a X le gusta Y?
¿De verdad quieres que tu pareja te diga X cosas sobre Y tema?
¿De verdad te gustó X cosa?
¿No crees que pones en peligro tu trabajo, tu relación, tus amistades, tu familia si dijeses toda la verdad? 

La mentira hay que trabajarla, con educación, agrado y moderando su uso.
Es para proteger, tu yo, a el otro y a la sociedad.
La mentira va unidad al gusto. Mientes sobre él. Como el gusto es muchas veces irracional, no hay que prescribir razonablemente la mentira, sale impulsivamente de nuestra naturaleza como si de un resorte de nuestra zona cerebral primaria se tratara. 
Los test de la máquina de la verdad se basan en respuestas biológicas de aumento de respiración y dilataciones de la pupila... cuando mientes tu cuerpo se altera, es como un acto reflejo de superviviecia.

La mentira está sobrevalorada. Dale la importancia que tiene, es una respuesta animal, no te enfades, perdona y olvida. 
Y recuerda usarla cuando sea necesaria.

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