Relato Enano I

Sur de las Montañas del Fin del Mundo

Fortaleza de Karak Azul

Hogar de Kruti Morgearkar, Señor del Gremio de Ingenieros

Tercera sala de avances técnicos

- ¿Dices que antes no estaba?

El neonato enano asintió sin levantar los ojos al maestro ingeniero. Su barba aun era de color joven, apenas tenia unas cuantas canas en su abundante negro vello facial, eso le impedía mirar fijamente a sus superiores cuando informaba.

EL Maestro Kruti, se quitó las lentes oscuras de soldadura (una técnica que muy pocos ingenieros conocían), cogió otras lentes (esta vez de aumento), de uno de sus múltiples bolsillos, y escudriñó el mapa que le había traído Durak Ropegnear,

Estaba lleno de anotaciones en Khazalid, el lenguaje rúnico enano.

- Esto no tiene sentido…. hemos pasado más veces por esa zona….

Durak se atrevió a responder

- Pero siempre en girocóptero, nunca habíamos explorado andado esa…

- ¿Ehhh?

Respondió, Krtuti. Sus ojos extravagantemente aumentados por las lentes de aumento se fijaron en Durak

- ¿ y qué?

Durak, trago saliva, recordó a sus parientes y habló.

- Creo que es la torre que lleva buscando tanto tiempo maestro. Es la hora. EL agravio será saldado.

Kruti permaneció impasible antes las palabras que acaba de oír. La sala tenía techos muy altos, y por tanto el eco repetía la última de ellas: “saldado, aldado, dado, ado, do, o….”

El maestro ingeniero, empezó a sonreír. EL joven enano le siguió la mueca. Sus ojos se encontraron. Kruti se quitó las gafas y habló:

Durak, amigo, pupilo mío, si es así, coge un regimiento de atronadores, llévate unas máquinas y asegura el terreno. Recuerda: no solo nosotros la estábamos buscado. Las ratas parlantes y otras criaturas es posible que se vean atraídas por la torre...

Creo que esta va a ser la ocasión en que tu barba se vuelva mas blanca y larga.