Si, si espejito para reflexionar...
Ingenuo de mi,
llegue a pensar que cuanto mayor eres,
los problemas se van haciendo más pequeños.
los problemas se van haciendo más pequeños.
No es eso lo que me muestra la vida,
cuanto más avanzas,
más grandes son los problemas,
¿lo bueno?
adaptarse, sobrevivir, aprender
¿lo malo?
Que no cesan
¿Y yo?
mirando hacia delante con la cabeza bien alta.
Os dejo con un relato que me ayudó al escribirlo:
Ella era de Marte, él de la Luna.
El espacio que les separaba era
enorme, ellos representaban un punto en la lejanía del otro, como no se sabía
quién había descubierto a quién, se estableció que fuera a la vez, pero ahora,
el desafío era encontrarse a la mitad.
Cada uno de ellos disponía de un
enorme equipo de personas y recursos para ayudarles en su empresa. Construirían
el transporte definitivo para establecer contacto.
Marte tenía muy claro su diseño.
Ansiaba el contacto pero tenía miedo, la árida tierra roja, pese a resultar
diferente y única, impedía que las relaciones fueran sinceras, las anteriores
expediciones solo querían su color y exotismo, nunca valoraron el duro clima
que allí dominaba, los fuertes vientos que reinaban impedían una vida
calmada. En Marte siempre tenías que estar escondido. Marte era inconquistable.
Por eso decidieron salir afuera. Sería mas sencillo, debían ocultar lo
indomable de su planeta.
En la Luna las cosas fueron más
despacio, habían tenido muchos fracasos por estar tan cerca de la Tierra, es
allí donde querían haber llegado antes. Siempre fracasaron, una distancia tan
corta hacia que la aceleración de sus transportes se desintegraran por el
camino. Con el coste de vidas humanas que eso conllevaba. En la Luna sabían que
era la última vez que podrían hacer algo así. De no conseguirlo quedarían
aislados. Este contacto, en la alineación con Marte era decisivo.
Los libros no documentaron el
proceso, pero se sabe que fue muy complicado. Marte cogería mucha velocidad, la
nave Lunar pese a su poca velocidad, maniobraría haciendo lo que mejor saben los
de la Luna, orbitar. Eso la frenaría sin alterar la trayectoria de la nave marciana,
permitiría un espacio en el que brevemente se podrían intercambiar un mensaje,
un objeto, una mirada a través de sus cristales.
Ha pasado mucho tiempo y se sigue
analizando el encuentro. Ambos mundos saben que se encontraron, existió ese
contacto. Pero no queda nada que pruebe que ocurrió.
Podéis levantar la mirada ahora,
en la mas clara de la noches estrelladas y preguntaros ¿dónde están? Unos desesperanzados afirmarán que
se estrellaron, que chocaron contra cualquier astro del cosmos que no debía
estar allí. Otros afirmarán que siguen arriba, viajando, llegando a lugares
donde nadie haya llegado jamás y no necesitan volver.
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