Llegamos a Palermo, donde estuvimos 2 días en la posiblemente ciudad mas sucia que he visitado, y si he estado en la median de Fez en Marruecos... una pasada de suciedad y abandono (me recuerda a como describía Frank Miller su Sin City) y la verdad viendo el pasado de esta ciudad y sus historias con la Mafia.. pues se ve como la corrupción a degradado y corrompido hasta sus edificios...
Pero de allí fuimos a Cefalú donde pasamos el resto del tiempo, que e sun pueblecito costero con una playa bien chula, nos alojamos en un convento de Monjas que madre de dios (nunca mejor dicho) que lugar tan pintoresco, parecía un Hostel de la 3ª edad, tuvimos de todo: viejas mamas cocinando chipirones en su tinta con pasta en una cocina comunal... viejos Australianos maldiciendo la iglesia y su trato en el convento, familias de ítalo-jitanos robándonos café... monjas que apagan el ascensor porque cuando hay mucha gente gasta mucha luz y se puede romper...
Esta es A. por los pasillos como si de una aparición marina se tratara...
No esperaba una aventura de estas características en este viaje, de verdad, todo repleto de personajes ....
La vida en Italia es muy parecía a España, pero hemos encontrado una diferencia sustancial:
El puto tráfico, ¡¡mama mia!! que ruido y que caos!!! pitando todo el rato, motos en cualquier dirección, ningún tipo de señalización, y lo pero de todo, nadie para para que cruces, has de dar el famoso paso de fe, (como si de India Jones en la Última Cruzada se tratara...) que es cuando des-aceleran (que no parar) y puedes cruzar...
Sin embargo esto no ha mermado la paz y tranquilidad que hemos sentido, las vistas, el ruido de mar, las comidas y cenas aderezadas con aceite y productos de la tierra, han dejado una profunda huella en mi paladar.
Con estas vistas nos levantábamos...
Y por cierto, de la Mafia, nada de dada.
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